La deuda pública de Japón alcanzó un máximo histórico durante 2013
El superávit de cuenta corriente retrocedió a su mínimo de US$ 32.300 millones.
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Los agresivos estímulos fiscal y monetario que el primer ministro de Japón Shinzo Abe impulsó el año pasado empeoraron las finanzas públicas del país y provocaron que la nación anotara una deuda histórica y el menor superávit de cuenta corriente desde que comenzaron los registros.
El Ministerio de Finanzas informó ayer que la deuda pública llegó a 1.017 billones (millones de millones) de yenes (US$ 9,95 billones) a fines de 2013.
El nivel de endeudamiento de Japón, que corresponde al doble de su economía de
US$ 5 billones, es el peor entre las naciones industrializadas.
La cartera adelantó que el volumen de la deuda trepará a 1.038 billones de yenes a fines de marzo.
En tanto, el superávit de cuenta corriente llegó a 3,3 billones de yenes (US$ 32.300 millones) en 2013, el monto más bajo desde 1985, cuando se inició la recopilación de datos. La cifra representa una caída de 31,5% respecto del año previo.
“El gobierno no parece estar dándole mucho énfasis a la disciplina fiscal”, comentó a Reuters Shuji Tonouchi, estratega senior de renta fija de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities.
“Esto hace que la combinación de una creciente deuda y una débil balanza de cuenta corriente sea un prospecto incómodo”, agregó.
Muchos economistas en el pasado argumentaron que una elevada deuda nipona no provocaría una crisis, ya que el amplio superávit de cuenta corriente de la tercera economía del mundo la convertía en un acreedor neto para el mundo. Ahora que el exceso se está deteriorando, podría haber una mayor atención sobre la carga de deuda de Japón y su habilidad para cumplir con ella.
Débil crecimiento de los envíos
Las autoridades esperaban que la depreciación del yen alentara las exportaciones y apoyara a la economía, pero la débil demanda externa y la menor competitividad ha dañado al sector de comercio.
El déficit de la balanza de pagos trepó en diciembre a un máximo de 638.600 millones de yenes (US$ 6.200 millones) debido a las necesidades energéticas y a la sólida demanda doméstica. De esta manera, el país acumuló tres meses consecutivos con una diferencia negativa en la cuenta corriente.
Los datos del Ministerio de Finanzas revelaron que el año pasado las importaciones aumentaron 15,4% frente al avance de 9% en los envíos.
“Las ganancias en las exportaciones son más débiles que lo que esperaba, reflejando una menor competitividad”, afirmó a Reuters Hiroaki Muto, economista senior de Sumitomo Mitsui Asset Management.
“La cuenta corriente puede mantenerse en superávit, pero será pequeño. Este es un viento en contra que podría colocarle presión al gobierno y al Banco de Japón para que respondan”, añadió.